miércoles, 22 de febrero de 2017

JUEGOS EN EL DESARROLLO DEL LENGUAJE

La comunicación de un bebé con sus padres comienzan mucho antes de que sepan decir palabras, y esto se da durante la lactancia, en la comida, baño y jugando. Esto es muy importante ya que favorecen el desarrollo del bebé y sobre todo el desarrollo del lenguaje, y los juguetes electrónicos podrían ser de poca ayuda ya que los bebés y padres se hacen receptores.

Los bebés y niños aprenden jugando, por ello los padres deben fomentar la interacción entre los juguetes: este es un perro, gua gua, la madre lo verbaliza y su bebé lo asimila, tratando de repetirlo o respondiendo con algún sonido. Pero los juguetes electrónicos rompen ese triángulo de aprendizaje, los padres usan menos palabras, generan menos conversaciones y menos respuestas de sus hijos(as) ya que el juguete actúa mientras padres e hijos miran o suelen decir simplemente ¡que bonito!.

Los juguetes tradicionales - analógicos - provocan interacción verbal de calidad comunicativa ya que los bebés aprenden hablar y relacionarse escuchando a sus padres, se debe entablar turnos de diálogos durante el juego. Estas conversaciones desarrollan el lenguaje y sientan bases para la alfabetización; además, ayudan a aprender habilidades sociales, a interpretar roles y a aceptar el papel de los demás, escuchando, a través de la empatía.

Los juguetes electrónicos hacen que los padres se desconecten de sus hijos. Un ejemplo muy claro y cotidiano es cuando almorzamos con el televisor o celulares u otros aparatos electrónicos desplazando el uso del lenguaje entre padres e hijos.

Se recomienda los juegos físicos con otros niños o los libros ya que les posibilita socializar: conversar, jugar, compartir con sus amigos y familiares.  Los niños a través del juego aprenden  a conocer el efecto de sus reacciones cuando ganan o pierden, a negociar y resolver conflictos. Aprenden el valor de solidaridad, la unión, el perdón, la cooperación y el trabajo en equipo que son habilidades  necesarias para su desarrollo socio-emocional.

ESTIMULACIÓN TEMPRANA: IMPORTANCIA Y REALIDAD

Hoy en día la Estimulación Temprana puede aportar muchos beneficios al desarrollo integral del bebé, incluso desde la etapa de gestación. Si bien la estimulación puede llegar a aplicarse de formas muy complejas y sofisticadas, lo más importante es que le dé a su bebé todo el amor y atención que sea posible: háblele, abráselo, juegue con él.

La Estimulación Temprana son todas aquellas actividades oportunas que se le brindan al niño desde que está en formación en el vientre de su madre.

En la etapa pre-natal incluyen todos los estímulos: sonidos que puede incluir la voz del padre y la madre, la música, la vibración, el movimiento, la luz que se brindan a través del vientre de la madre.

Estos estímulos hacen conexión con el mundo exterior por ello un cuento a la hora de dormir, una conversación de papá explicándole al bebé lo que están haciendo, las actividades que está realizando, todo ello son estímulos apropiados durante la etapa pre-natal.

La Estimulación Auditiva en particular tiene grandes beneficios, al escuchar música compuesta especialmente para ellos, los bebés se calman o comienzan  a moverse y a responder a ella, todos desarrollan su memoria musical.

La Estimulación Temprana debe ser integral, es decir que las actividades incluyan todas las áreas de desarrollo, por ejemplo:


  • El área de Motricidad Gruesa; que son todas las actividades para moverse y desplazarse y tener conocimiento del propio cuerpo (esquema corporal).
  • El área de Motricidad Fina; incluye tomar el objeto y verlo, la coordinación ojo-mano y la capacidad de manipularlo y tomar los objetos.
  • El área Socio-afectiva; incluye la socialización que es toda relación que tiene el niño con sus familiares, seres conocidos, con niños de sus propias edades, desde que nacen se puede trabajar la socialización, en el conocer a papá, mamá a todos los familiares.
  • El área Cognitiva; que nos ayuda a comprender, a relacionar, a adaptarnos con el medio, incluye también el uso del pensamiento y la interacción con el medio.
  • El área de Lenguaje; se refiere a todas las formas de comunicación que tiene el niño con el mundo que lo rodea, inicia siempre con la capacidad expresiva, a través de gestos luego se va al lenguaje comprensivo de entender lo que está pasando y luego el lenguaje expresivo a través del habla.

Recordemos que la etapa de  0 a 3 meses es un tiempo de adaptación que tiene un bebé, por eso las caricias de sus padres, la voz de sus padres, inclusive el olor y el gusto de la leche son estímulos suficientes para hacer esa conexión correcta en este momento que el bebé acaba de nacer.

Actividades fundamentales para este período son aquellas que incluye todo lo que es estímulos senso-perceptuales: tacto, gusto, olfato, la visión y la audición.

Lo más importante es recordar  que desde la etapa gestacional y los tres primeros años de vida el desarrollo cerebral se encuentra en su máxima expresión y toda esta gama de estímulos que les brindemos a los niños servirán como base para la futura adquisición de aprendizaje.

QUIERO JUGAR CON USTEDES

A cualquier edad, el juego siempre crea un fuerte vínculo afectivo entre las personas y ello es especialmente verdadero entre el niño y las personas que juegan con él, pues el juego constituye para los niños la más central de sus preocupaciones. Jugar con sus padres crea en el niño un vínculo único con sus progenitores, el que genera la felicidad compartida.

A través del juego el niño va a desarrollando, en una forma placentera y paulatina, todas sus posibilidades. Cuando anda en triciclo, desarrolla su psicomotricidad; cuando arma un rompecabezas, se ve favorecida su habilidad espacial; cuando canta, estimula su habilidad auditiva; cuando juega al escondite, desarrolla sus habilidades sociales, y los cuentos que inventa, enriquecen su imaginación.

Es aconsejable que los padres jueguen lo más posible con sus hijos, entregándoles, en cada etapa de su desarrollo, las oportunidades y los materiales que sean  más apropiados para la edad. La presencia de un adulto siempre estimula el interés del niño por jugar, pero es importante permitirle jugar en forma autónoma y que pueda ser creativo en sus actividades lúdicas. A veces corresponde asumir un rol más pasivo y limitarse a observar o seguir las instrucciones del niño, a fin de favorecer en él la sensación de que dirige el juego.

La idea de estos espacios de juego compartidos entre padres e hijos, es sumergirse en el mundo del niño. El juego es una ventana, donde los niños muestran sus preocupaciones, sentimientos, miedos, ilusiones, inquietudes y, en este sentido, al jugar no solo se comparte, sino que se conoce el mundo interno de sus hijos. Jugando se fortalecen los vínculos afectivos, se hacen más fuertes, porque el niño se siente importante y valorizado por sus padres, que se dan tiempo para jugar con él.

La idea del juego es, básicamente, estimular el placer de disfrutar juntos actividades y, secundariamente, hacer que los niños aprendan. La idea es que los pequeños no sientan que se les está imponiendo algo, sino que sus padres los están acompañando, en forma placentera, en su juego. Los límites que se le pongan durante éstos, deben ser mínimos y han de estar dados por el imperativo de no exponerlo a peligros o riesgos, o bien por necesidades básicas como irse a dormir. Recuerda que el juego es el reino de la imaginación y de la libertad.

Hasta los tres años, el niño necesita ganar en los juegos siempre, porque está en una etapa egocéntrica, pero a partir de los cuatro, puede ir captando algunas reglas sociales y, a veces, puede aceptar que perdió.

Hay que intentar que entienda, que si bien perder es siempre desagradable, en otra ocasión puede ganar. Los padres deben enseñarle por modelo, que pueden equivocarse en el juego, que no es una tragedia y que se puede empezar de nuevo otro juego y ganar. Frases como: “¡me ganaste!” o dicho en forma simpática: “a ver si en el otro juego puedo ganar yo”, le da una imagen concreta de que algunas veces se gana y otras se pierde y que esa es la regla de los juegos.

Así como es de la mayor importancia que el niño juegue para crear vínculos afectivos con sus padres, también es importante que aprenda a entretenerse solo y jugar con otros niños. Mantener el equilibrio entre tres tipos de espacio de juego, es de gran significativo emocional.

Es por ello que a partir de los dos años, los padres deben generar las condiciones para que sus hijos estén y jueguen con otros niños, así como un espacio determinado para estar a solas con sus juguetes. Pero lo más importante, es que en el mundo de juegos compartidos por ti y tu hijo, el niño o la niña perciba que tú realmente te diviertas con él y que lo valoras.

EN LOS JUEGOS, ÉL MANDA

  • Dispón de un tiempo, todos los días, para jugar con tu hijo, aunque sea unos minutos.
  • Cuando vayas al parque o algún lugar público, observa a qué juegan los niños de la edad del tuyo e incorpora esos juegos en su repertorio.
  • Si juegas algunos juegos competitivos, déjalo ganar la mayor parte de las veces.
  • Incorpora más juegos cooperativos que juegos competitivos en la rutina de juegos del niño.
  • En lo posible, deja dirigir a tu hijo(a) los juegos, tú limítate a seguirlo.
  • Dale oportunidad de estar y jugar con otros niños.
  • Puedes acompañar las horas de juego con música de fondo.
  • Demuestra muy explícitamente lo que estás disfrutando el juego, esto fortalece los vínculos de afecto entre tu hijo y tú.