¿SON ÚTILES O NO LAS TERAPIAS OCUPACIONALES Y CÓMO SABER SI SU HIJO LAS NECESITA?
La palabra “terapia” suena para muchos padres como una señal de problemas serios o complejos para nuestros niños. Esto no siempre es cierto. Las terapias ocupacional y de lenguaje son las más necesitadas por los niños. ¿Qué son y para qué sirven?.
TERAPIA OCUPACIONAL
“Es la encargada de velar por el bienestar del menor, de su ocupación y relación con el medio ambiente. Sirve para favorecer el desempeño en el colegio, a la hora de jugar, su autocuidado e interacción con los demás”, trabaja en prevención, promoción y rehabilitación, desde las características y situación de los niños, quienes tienen como ocupación principal jugar y seguir siendo niños.
¿QUIENES ASISTEN A ESTA TERAPIA?
Niños con problemas en el desarrollo psicomotor, hiperactivos, con dificultades de aprendizaje o atencionales: no les gusta permanecer sentados, seguir instrucciones, respetar al otro, cepillar los dientes ni tolerar ciertas prendas de vestir (texturas).
¿QUIÉN IDENTIFICA SI DEBE IR O NO A TERAPIA?
Germán Silva, pediatra egresado de Universidad El Bosque, asegura que la decisión de si el niño debe o no ir a terapia se debe tomar en conjunto, según el reporte del colegio (maestros y psicólogos), de la familia y, por supuesto, del pediatra. No siempre se requieren exámenes médicos específicos.
Para verificar si el niño requiere o no la terapia, neuropsicólogos y neurólogos podrán entregar un diagnóstico final.
¿QUÉ PASA EN EL CUERPO DEL NIÑO?
Según la doctora Martha Tobón, “a nivel físico, algunos de estos niños tienen mayor dificultad con el procesamiento de la información, en el cerebro tienen un patrón de madurez más despacioso para aprender ciertas cosas. Otra de las explicaciones es que no tienen un buen desarrollo de la habilidad con el sistema propioceptivo (posición de los músculos) y vestibular (relacionado con el equilibrio y el control espacial). También está asociado el bajo tono muscular. Todos los seres humanos nacemos con esa tensión normal del músculo para hacer las cosas; sin embargo, algunos de nosotros necesitamos hacer más ejercicio y más esfuerzo para mejorar la tensión del músculo. Es lo que se conoce como bajo tono muscular. Quienes lo padecen deben hacer un gran esfuerzo para hacer las cosas y se cansan fácilmente, se distraen, les pesan las cosas, no empujan, no Jalan. No varía acorde a la edad.
¿CÓMO DARSE CUENTA DE QUE SU HIJO LA NECESITA?
Martha Tobón, terapeuta ocupacional y miembro del Colegio Colombiano de Terapia ocupacional, dice que algunos de los ítems que podrían servir de indicador a los padres son:
- En el caso de los bebés, su proceso de desarrollo puede ser más lento comparado con otros niños de su edad: no se sientan, miran fijamente a los ojos, lloran incesantemente, no se calman ni siquiera alzándolos y no les gusta coger objetos con las manos.
- En edad escolar: tienen dificultad al coger el lápiz, al hacer trabajos manuales o con las tareas de memoria. No recuerdan qué ni cómo hizo las cosas. No le gusta jugar ni compartir con sus compañeros.
¿POR QUÉ LA MODA?
La doctora Rodríguez asegura que actualmente se vive una moda por ir a terapia, conocida como “terapitis”, para que el niño sea más aventajado que los demás. En realidad, según varios especialistas, no todos los niños las necesitan, solo aquellos que pueden ir "colgados" en su desarrollo. Algunos expertos sostienen que, desafortunadamente, en ciertos colegios abusan del tema y remiten a niños que no la requieren o con los cuales las instituciones tienen problemas de manejo.
¿SIRVE O NO?
“Sí sirve cuando el niño la necesita. El niño y su familia tienen derecho a saber qué profesional lo está atendiendo, qué hace, cómo puede ayudar al niño y cómo va a ser el trabajo con las personas que conforman su entorno. Se deben establecer objetivos y prioridades”, afirma la doctora Ferro. Padres, maestros y cuidadores perciben resultados de la terapia si el infante actúa menos estresado, trabaja mejor en los cuadernos y desarrolla mayor gusto por las actividades escolares. La terapia no solo es asistir a las sesiones, sino seguir paso a paso el plan de trabajo del terapeuta ocupacional. Es deber de los padres y cuidadores reforzar las actividades sugeridas en casa para alcanzar los resultados esperados.
¿QUÉ SE HACE EN LA TERAPIA?
El niño inicialmente desarrolla actividades de motricidad gruesa y fina, y ejercicios de interacción con el otro, si es necesario. Un buen sitio para la terapia suele tener columpios, aparatos para balancearse y para estar suspendido a determinada altura del piso, rodaderos, colchonetas, pelotas y juegos de encajes. Dentro de ella se trabaja:
- INTEGRACIÓN SENSORIAL: enfoque para promover la maduración del niño. Se estimulan retos motores, a fin de mejorar equilibrio, fuerza y estabilidad. Muchos la definen como ‘el policía de tránsito en el cerebro’, encargado de organizar sensaciones, clasificarlas y dar respuesta. Los padres pueden pensar que el niño solo juega, y que este juego, guiado por buenas terapeutas, produce resultados.
- INTEGRACIÓN SOCIAL: se procesa la información del ambiente. Muchos terapeutas no lo trabajan porque consideran que lo más importante es la formación cognitiva y la habilidad manual. Sin embargo, esto también servirá a los terapeutas para solucionar deficiencias en los hábitos de estudio.
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TERAPIA DE LENGUAJE
Para darse cuenta es importante siempre consultar al especialista; sin embargo, existen algunos tips que le pueden dar una idea:
- Antes del año, practique con el niño el balbuceo y el sonido de ‘ta-ta-tá’. En caso de que el niño no lo haga, puede tener problemas auditivos.
- Después del año, esté atento de las reduplicaciones: ‘te-te’, ‘ma-ma’, ‘pa-pa’. Si se queda en ellas y no comienza a armas oraciones, puede tener dificultades.
- Durante el preescolar, reconocer diferentes conductas donde el niño vaya más lento que sus compañeros y pelee todo el tiempo con sus amigos.
- El niño tiene excesiva inconformidad con los sabores y las texturas.
ATENER EN CUENTA
Un problema de lenguaje es equivalente a un problema de aprendizaje, pues su rendimiento académico no es igual que los demás”.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico se hace en conjunto: maestros y familia se trazan objetivos claros, se requiere refuerzo en casa. Consultan especialmente niños que no pueden pronunciar la ‘r’ y que no distinguen la ‘b’ de la ‘d’.
Fuente:
ABC del bebé
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